martes, 10 de agosto de 2010

GENERALIDADES DE LA HEMATOLOGIA

La palabra Hematología proviene de los vocablos griegos: hema o hemato que significa sangre y logo de estudio o tratado, por lo tanto la hematología, es la ciencia o la especialidad médica que se dedica al estudio de las células sanguíneas y de la coagulación. Comprendidas en su campo se encuentran los análisis de concentración, estructura y función de las células de la sangre, sus precursores en la medula ósea, los componentes químicos del plasma o suero íntimamente unidos con la estructura y función de la célula sanguínea, y la función de las plaquetas y proteínas que intervienen en la coagulación de la sangre.

Partiendo de lo anteriormente citado podemos hablar de la hematología como una ciencia a partir de la cual vamos a basarnos para conocer todo lo relacionado a la sangre; que es un tejido fluido especializado, lo cual quiere decir que cumple con características y funciones especificas en el cuerpo humano, que la hace imprescindible para este, en todos sentidos, (estructural, fisiológica, defensiva, etc.).

En este apartado se hablara de todo lo relacionado con la sangre, y los componentes formes de esta, principalmente, los eritrocitos o glóbulos rojos, glóbulos blancos o leucocitos, y plaquetas o trombocitos, los cuales también cumplen con funciones específicas y primordiales para el correcto funcionamiento del organismo.

De igual forma se abordara todo lo relacionado con los padecimientos que pueden presentarse en el organismo a causa del mencionado tejido.

Algunos de los términos más utilizados en este campo serán: hematopoyesis, hematocrito punción, hemoglobina, etc.

SANGRE.

La sangre es un tejido conjuntivo líquido que recoge el organismo transportando células y todos los elementos necesarios para realizar sus funciones vitales.

Hay dos tipos de vasos sanguíneos que transportan la sangre a través de nuestro cuerpo. Las arterias llevan sangre oxigenada o “limpia” (sangre que ha recibido oxigeno al pasar por los pulmones) la cual es bombeada desde el corazón al resto del cuerpo. Las venas llevan la sangre “sucia” desde el resto del cuerpo hasta el corazón y los pulmones, donde vuelve a ser oxigenada.

La cantidad de sangre de una persona está en relación con su edad, peso, sexo y estatura, una persona adulta puede considerar que tiene entre 4.5 y 6 litros de sangre.

Todos los órganos del cuerpo humano funcionan gracias a la sangre que circula por arterias, venas y capilares.

En términos generales la sangre cumple con las siguientes funciones vitales:

Respiratoria: transportando el oxigeno que toma de los pulmones y recogiendo el dióxido de carbono.

Inmunológica defensiva: al transportar células del sistema inmunitario, actúa protegiendo al organismo frente a los agentes patógenos (leucocitos o glóbulos blancos).

Excretora: recogiendo los residuos y deshechos para ser eliminados.

Transportadora: de las secreciones y hormonas producidas por las distintas glándulas.

Reguladora: manteniendo el equilibrio, el agua del organismo, la temperatura corporal, etc.

Hemostática. Preservando la integridad del sistema circulatorio, limitando la pérdida de sangre en vasos lesionados.

La sangre suele tener un pH entre 7.36 y 7.42 (sangre arterial).

Todas las funciones sanguíneas dependen de los componentes formes que son:

Glóbulos rojos y Hemáticos.

Son los componentes formes sanguíneos más numerosos y la hemoglobina que contienen es la responsable del color característico de la misma.

Se forman en la medula ósea, que se halla dentro de los huesos del esqueleto, desde son librados en el torrente sanguíneo.

Su función es transportar el oxigeno desde los pulmones a los diferentes tejidos del cuerpo para que las células respiren, y también eliminan los residuos por la actividad celular (anhídrido carbónico).

Glóbulos blancos o Leucocitos.

Son los en cargados de proteger al organismo contra los diferentes tipos de microbios. Cuando hay una infección aumentan su número para mejorar las defensas. Unos se forman en la medula ósea y otros en el sistema linfático (bazo, ganglios, etc.).

Plaquetas o trombocitos.

Son los componentes formes sanguíneos más pequeños. Se producen también en la medula ósea y viven en promedio unos 6-7 días. Las plaquetas intervienen cuando se produce una rotura en algunas de las conducciones de la sangre. Se adhieren rápidamente al lugar de ruptura para que cese la hemorragia, dando tiempo a la formación del coagulo definitivo.

Plasma.

Estos tres tipos de componentes formes sanguíneos se fabrican mayoritariamente en la médula ósea (el tejido blando que hay en el interior de los huesos), especialmente en la médula ósea de la columna vertebral, las costillas, la pelvis, el cráneo y el esternón. Estas células viajan por el sistema circulatorio suspendidas en un líquido amarillento denominado plasma. El plasma contiene un 90% de de agua, así como nutrientes, proteínas, hormonas y productos de desecho.

Las proteínas más importantes que se hallan disueltas en el plasma son el fibrinógeno y la protrombina que intervienen en la coagulación sanguínea, la albumina, que despeña un importante papel en el transporte y para mantener el volumen del plasma (equilibrio) y las globulinas, que son parte del sistema defensivo de nuestro cuerpo. Todas estas proteínas, a excepción de las últimas, se forman en el hígado.

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